miércoles, 3 de marzo de 2010

Y la luz nos envolvió...




Procuré ser la esencia digna
de la bendita paciencia...

Intenté subyugar tus sentidos
con el roce sutil de mi piel...

Quise darte la luz aquella
que emana de mi interior
pero la oscuridad
no lo permitió...

Vagué durante siglos...
milenios en tu búsqueda...

La eternidad me hablaba de ti
y pedí que te mostraras a mi
un día simplemente mi alma
fue abrazada por la tuya...

Y la luz nos envolvió...



Ariadna de Alejandría